Santa Magdalena Sofía
Soñó con que la Sociedad llegara a todos los rincones del mundo donde miles de adoradoras dieran a conocer el amor del Corazón de Jesús.
Desde un comienzo obispos de muchas partes le pedían fundaciones. La expansión comenzó en Europa, donde en pocos años estuvo presente en casi todos sus países: Francia, Italia, Bélgica, España, Inglaterra, Alemania, Suiza, Irlanda, Malta, Austria, Hungría, Polonia, y más tarde Suecia y Rusia. Sólo 18 años después de su fundación, en 1818, con Santa Filipina Duchesne, la Congregación cruza el Atlántico y se expande por Estados Unidos, Canadá, Chile, Perú, Argentina, Cuba, Colombia, Brasil, Puerto Rico, México, Uruguay, Venezuela, Bolivia y Paraguay. Hacia Oriente llega a la India, Japón, China, Corea, Filipinas, Indonesia, Australia, Nueva Zelanda; y en África: Egipto, Congo, Uganda, Kenya, y el Chad.
“Habitamos diferentes lugares del mundo. Entre todas, poseemos la mayor parte de tipos de piel, ojos y cabello que embellecen con su variedad la raza humana. Nuestras culturas son diversas y tenemos la suerte de compartirlas con el mundo entero. Somos mujeres que vivimos con la conciencia de ser parte de todo lo creado: la naturaleza es nuestro hogar y la gente, los otros, los distintos, son un don complementario. Sentimos que la creatividad de Dios nos necesita a todos para manifestar su amor en esta única historia que compartimos con todos los hombres y mujeres de la tierra”.
(Consejo general, fiesta del Sagrado Corazón, Junio 2006).