JUNTO A LA MUJER QUE SIEMPRE REZA…

Con el corazón agradecido por esta profunda experiencia espiritual junto a la tumba y en la casa de Filipina Duchesne, vengo a compartirles lo vivido…

Recibí la invitación de Suzanne Cook rscj, Coordinadora de la Red de los 24 Colegios del SC de USA y Canadá, para participar en el Encuentro de los Equipos Directivos de estas instituciones. (180) Con este evento se inaugura el programa de celebraciones del Bicentenario de la llegada de la Sociedad a América, 200 años también del Colegio de St. Charles que fundó Filipina y donde se realizó este congreso. Iniciamos la reunión con una preciosa oración sobre Sofía y el fuego.

Mi conferencia fue la primera: “Un camino de contemplación en un mundo complejo”, tuve traducción simultánea y el presentar a Sofía invitándonos a la interioridad y a “mirar como nuestra más dulce ocupación contemplar las disposiciones interiores del CJ.”, despertó el interés entre los maestros. Me plantearon muchas preguntas para concretar en los colegios este llamado a educar en la interioridad.

Luego siguieron otras conferencias en torno a la Espiritualidad Educativa: las cinco METAS que ellas se han trazado y los Criterios del proceso educativo. Hubo trabajo de grupos y un compartir muy rico. Junto a las de Miami pude entender el inglés. Una gran ayuda.

Solo 5 rscj están en los colegios, todos los directore/as son laicos y Suzanne viaja constantemente para formar en la espiritualidad y ayudar a mantener vivo el espíritu de la Sociedad.

Fui acogida en la misma comunidad del colegio de S. Charles (al frente) por tres hermanas que fueron a esperarme en el aeropuerto: Maureen Glavin, (Directora del Colegio) Kathy Mc. Graft y Margaret Munch. Como llegué dos días antes del evento, pude pasar largas horas junto a Filipina cuya tumba está en la misma capilla del Colegio. Las recordé una a una, comunidad por comunidad, institución por institución. Sentía tan hondo que ella misionera generosa y audaz, podía dejar en nuestros corazones su sed del Reino y su pasión por un mundo sin diferencias, en equidad y paz. Todos los ratos libres los pasé ahí orando, un verdadero retiro espiritual que me confortó y serenó interiormente.

El domingo Kathy me llevó a Fleurissant, donde vivió Filipina por mucho tiempo antes de ir a los potowatomíes. Ahí abrió el primer noviciado de América, formó a las novicias en una gran austeridad y supo contagiarles su amor por la oración y la Eucaristía. Han tratado de conservar los lugares muy parecidos a los de 1828 aunque renovados: literas, sillas, lámparas, etc. Me metí debajo de las escaleras donde ella solía dormir, según el testimonio de una joven que la veía salir de allí por las mañanas. Una experiencia de oración, de contemplación, inolvidable, me iba deteniendo en cada ambiente, ante cada objeto, intentando hallar su simbolismo y pidiéndole múltiples gracias para Uds. hermanas y para mí y ni qué decir muchas vocaciones como ella…

Para el Bicentenario han ideado un Programa de retiros, peregrinaciones, encuentros generacionales, reunión de Teológas del SC , entre otros. Margaret Munch se ha especializado en Filipina y tendrá a su cargo muchas sesiones sobre la vida y misión de nuestra gran Santa.

En MÉXICO DF.

El fin de semana viajé a México, aprovechando la cercanía. La Coordinadora de la Red de Colegios, Luz Gutierrez rscj, me invitó a acompañar a las diez hermanas que están en los 6 colegios, para un discernimiento sobre la clarificación de su rol en ellos. La mayoría no son educadoras, tienen diversas profesiones pero sí formación teológica y pueden acompañar al personal laico en la formación sobre nuestra espiritualidad y asegurar la línea del colegio. No fue nada fácil esta tarea pero el Espíritu nos acompañó y pudimos al final llegar a siete consensos que van a fortalecer el rol de las rscj, asegurar el espíritu educador de los colegios.

Quedamos contentas porque todas pudieron expresar sus deseos, compartir sus dificultades y llegar a un entendimiento entre las dos generaciones (60 años y más y 40- 50 años). Los seis colegios tienen directoras laicas. Estas diez hermanas van a solicitar a la provincial y su consejo, convertirse en una instancia permanente de reflexión que asegure la línea educativa de los mismos, según nuestras orientaciones congregacionales.

He aprendido mucho en este proceso de discernimiento y agradezco al Señor la oportunidad de poder poner mi granito de arena en la vida y misión de nuestras hermanas mexicanas. Siento que ha crecido mi sentido de pertenencia a la Sociedad y mi compromiso con la misión educadora: “Amar educando y educar amando”

Pilar Cardó rscj

Julio 2016